YO SOY PEDRO. A PARTIR DE AHORA TE LLAMARÁS CEFAS
Con estilo similar al libro dedicado a San Pablo, el personaje tratado es Pedro. La acción comienza en una cárcel romana, pero en esta ocasión el eje de la narración no va a ser mediante cartas, sino el dialogo entre Pedro y el pretoriano encargado de su custodia. Un par de días antes de la fecha de su ejecución, san Pedro está en una celda encadenado y el pretoriano encargado de su custodia, Cornelio, comienza a hacerle preguntas; mitad por curiosidad mitad por matar el tiempo. Pedro insiste en que no han sido los cristianos quienes han incendiado Roma y relata, a petición de Cornelio, cómo quedó libre, estando en la cárcel custodiado por dieciséis soldados. Cuenta brevemente el pasaje supuesto del encuentro de Pedro con Jesús cuando el apóstol estaba huyendo de Roma. A partir de ahí, reconstruye su vocación y los sucesos principales de su vida con Jesús. Cornelio pasa del distanciamiento inicial a reconocer que es pariente del Cornelio citado por Pedro. Su padre y su tío han muerto por ser cristianos y este pretoriano se resiste a perdonar. Finalmente lo hace y se bautiza, poco antes de que Pedro sea sacado de la cárcel para ser crucificado. La narración es un poco más ágil que la correspondiente a San Pablo. La fidelidad en lo esencial a los textos del Nuevo Testamento hace que la narración sea de gran utilidad para conocer la vida del primer Papa. El citar textos bíblicos aporta mayor exactitud, si bien le hace perder algo de agilidad. En este caso, prima la veracidad y es un excelente complemento para la formación cristiana de los jóvenes.